Una vez inmersos en periodo de presentación de la declaración de la renta los planes de pensiones adquieren un protagonismo relevante entre la población activa, ya que junto a la hipoteca de la vivienda habitual son los únicos instrumentos para minorar nuestra base imponible general, o lo que es lo mismo, la única manera de pagar menos a Hacienda.
Índice de Contenidos
Hace ahora doce años, un cliente soltero y sin hijos llegó a nuestra oficina algo enfadado porque su declaración de la renta le daba ese año un resultado positivo, y por tanto a pagar.
Directamente preguntó:”¿qué puedo hacer para no pagar o pagar menos a Hacienda?”
“Un plan de pensiones” fue mi corta respuesta.
Este asegurado decidió hacerse un plan de pensiones de 50€ mensuales y al año siguiente consiguió revertir el resultado de su declaración. De un año a otro pasó de abonar 120€ a que le devolvieran 100€.
Con este caso real, tenemos resuelta la pregunta de cabecera: el funcionamiento de los planes de pensiones es muy simple, un producto de ahorro cuyos fondos –salvo alguna contingencia concreta- está destinado al ahorro para la jubilación, desgravable y flexible en sus aportaciones. Si el asegurado fallece antes de la jubilación los fondos pasan a manos de los herederos.
No deja de ser un producto más de ahorro dentro del amplio abanico de productos que se comercializan en nuestro país, pero su idiosincrasia, y sobretodo el incierto futuro de las pensiones públicas lo hacen siempre navegar en ambiente controvertido sujeto a modificaciones legislativas.
Precisamente es ahora, cuando realizamos nuestras declaraciones de la renta, el momento de comprobar mediante simulaciones en el programa –si las circunstancias económicas y laborales son las mismas- cuánto hubiera variado el resultado final de nuestra declaración de haber realizado alguna aportación extraordinaria o haber abonado una mensualidad diferente.
Por último comentar, que hay diferentes planes de pensiones en virtud a lo que cada uno destina a renta fija o a renta variable. A groso modo podríamos catalogarlos en conservadores, agresivos o mixtos.
Para una persona de 22 años siempre sería recomendable el agresivo (porcentaje importante en renta variable) ya que el largo plazo siempre juega a favor del asegurado. Pero cuando la edad del interesado supera los 50 años siempre es aconsejable pasar o contratar uno conservador (renta fija casi en su totalidad) protegiéndolo así de las posibles alteraciones a la baja que puedan sufrir los mercados.
Como siempre, si se necesita aclaración o resolver alguna duda quedamos a su disposición en www.lamonteraseguros.es, a través de Whatsapp en el 615.760.110 o en nuestras oficinas de la Avenida Tercer Centenario.
En la firma de una póliza de automóvil siempre recalcamos a nuestros clientes el número de teléfono de asistencia en…
Suele ocurrir que en muchas ocasiones el asegurado no conoce realmente el alcance de sus seguros. A menudo se hace…
El seguro temporal de coche o seguro de coches por días es un producto relativamente nuevo en España, aunque lleva…
Son dos modalidades diferentes aunque pertenezcan a la misma familia. Fundamentalmente el seguro de vida te garantiza una suma de…
La morosidad es uno de los grandes quebraderos de cabeza para los propietarios de viviendas en régimen de alquiler. Ese…
El placer de surcar los mares con una embarcación de recreo no está exenta de riesgos. Por ello existen unos…